La sabiduría convencional dice que ante la creciente transferencia de las actividades de fabricación a países de mano de obra barata, fundamentalmente China y otros lugares de Asia, lo que debemos hacer es incrementar la innovación en España y Europa para ser más competitivos. Para ello incrementamos los presupuestos con programas como el Ingenio.
Sin embargo, los datos que proporciona la propia Unión Europea son preocupantes. En "Creating an Innovative Europe" se dice literalmente que
Concretamente, en el sector farmacéutico, dice más adelante...
Siempre se puede pensar que las empresas chantajean a los gobiernos como parece dar a entender A. Cabrales en La Vanguardia (a través de Madri+D). Pero cualquiera que ha tenido que pelear con la Administración Pública sabe que quien maneja los impuestos y el presupuesto lleva las de ganar (y si no, que se lo digan a las tabaqueras). ¿No será mejor reconocer que son las empresas las que con sus decisiones libres crean la riqueza? En ese caso habrá que crear un clima social favorable a la investigación, tolerante al fracaso, que permita a los investigadores una movilidad geográfica y entre organizaciones para que puedan volver a la Universidad después de iniciar sus aventuras privadas. Habrá que luchar por derribar las barreras que 'de facto' aún existen dentro de Europa, unificar regulaciones, avanzar en la directiva de servicios... No sirve de nada aumentar el presupuesto si el entorno no es favorable.
Sin embargo, los datos que proporciona la propia Unión Europea son preocupantes. En "Creating an Innovative Europe" se dice literalmente que
"el desequilibrio neto de la inversión en I+D hecha por empresas europeas en Estados Unidos comparado con la inversión norteamericana en la Unión Europea se incrementó por cinco entre 1997 y 2002, desde unos 300 millones de euros hasta casi 2.000 millones. Es bien sabido que varias grandes empresas europeas ya no instalan sus nuevas iniciativas de investigación en Europa."
Concretamente, en el sector farmacéutico, dice más adelante...
"En 1990 las mayores compañías farmacéuticas europeas gastaron el 73% de su investigación global en territorio europeo. En 1999, solo el 59%. Los Estados Unidos fueron los más beneficiados de esta transferencia. En 1992, seis de los medicamentos más vendidos pertenecían a empresas europeas. En 2002 esta cifra había caído a dos de 20."
Siempre se puede pensar que las empresas chantajean a los gobiernos como parece dar a entender A. Cabrales en La Vanguardia (a través de Madri+D). Pero cualquiera que ha tenido que pelear con la Administración Pública sabe que quien maneja los impuestos y el presupuesto lleva las de ganar (y si no, que se lo digan a las tabaqueras). ¿No será mejor reconocer que son las empresas las que con sus decisiones libres crean la riqueza? En ese caso habrá que crear un clima social favorable a la investigación, tolerante al fracaso, que permita a los investigadores una movilidad geográfica y entre organizaciones para que puedan volver a la Universidad después de iniciar sus aventuras privadas. Habrá que luchar por derribar las barreras que 'de facto' aún existen dentro de Europa, unificar regulaciones, avanzar en la directiva de servicios... No sirve de nada aumentar el presupuesto si el entorno no es favorable.
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