Suena absurdo, verdad? Podría ser una historia del Súperagente 86 o de Mortadelo y Filemón, pero parece cierto. A través de tecnocidanos veo el proyecto de traducción colaborativa de documentos iraquíes en poder de la inteligencia americana. Para obtener una traducción rápida y fiable de una cantidad ingente de documentos, en la lógica de la catedral y el bazar, los espías recurren a la comunidad de traductores pero, claro, a cambio tienen que dar publicidad a los contenidos. ¿Espías regalando su información? A lo mejor se han dado cuenta de que lo importante no es la información sino el conocimiento que se extrae de ella...
jueves, abril 06, 2006
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