Hoy quiero rendir un homenaje al humilde par de hilos de cobre que llega a todas nuestras casas. Mi primer modem a principios de los 90 iba a 2.400 bps (bits por segundo). Despues, 9.600 bps. Luego otro de 14.400. Recuerdo haber leído opiniones muy bien contrastadas (una lástima, no lo he podido encontrar, ¿alguien me ayuda?) que decían que el par de cobre no podría transmitir a más de 19.600. Gran tragedia, teníamos que esperar al cable para ir más deprisa. Pero luego resultó que con técnicas de multiplexación aparecieron otros de ¡28.800, 33.600 y 56.000! Mientras tanto, apareció la RDSI. Estupendo, tendríamos múltiples canales de 64 kbps. Gran expectación el día que aparecieron los técnicos de telefónica a instalarla en la oficina. Yo esperaba ver tecnología espacial, grandes avances... y apareció el mismo operario de siempre... ¡extendiendo el mismo cable de cobre de siempre! eso sí, con otro terminal de red. Y como todos sabemos, ahí no acaba la cosa. Con ADSL ya hablamos de megabits por segundo y a mi casa llega por el mismo cablecito.
No soy teleco, no entro en la técnica que hay detrás. Pero me parece un ejemplo estupendo de cómo el avance de la sociedad debe tanto a las innovaciones incrementales como a las grandes invenciones o innovaciones radicales, que son las que se llevan los flashes de la prensa. Tanta tinta dedicada a la fibra óptica o al UMTS, y resulta que se puede ver la tele por el teléfono. Por otra parte, demuestra lo peligroso de tomar apuestas únicas en cuanto a tecnología. Aunque los consumidores preferirían en el corto plazo tener un estándar único para todo, como en la pelea actual de formatos de DVD. Hay que dejar competir tecnologías alternativas para poder obtener la mejor.
No soy teleco, no entro en la técnica que hay detrás. Pero me parece un ejemplo estupendo de cómo el avance de la sociedad debe tanto a las innovaciones incrementales como a las grandes invenciones o innovaciones radicales, que son las que se llevan los flashes de la prensa. Tanta tinta dedicada a la fibra óptica o al UMTS, y resulta que se puede ver la tele por el teléfono. Por otra parte, demuestra lo peligroso de tomar apuestas únicas en cuanto a tecnología. Aunque los consumidores preferirían en el corto plazo tener un estándar único para todo, como en la pelea actual de formatos de DVD. Hay que dejar competir tecnologías alternativas para poder obtener la mejor.
Actualización:
La Gaceta de los Negocios: "Telefónica prueba conexiones de 50 megas para su Imagenio" (...) sobre el socorrido par de cobre.
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