martes, julio 26, 2005

Preocupaciones sobre la innovación


Una vez que todos estamos de acuerdo en que innovar es fundamental para el desarrollo económico... ¿hacia dónde tenemos que dirigir esa innovación? ¿tenemos que dedicarnos todos a inventar nuevas tecnologías para vender cacharritos cada vez más sofisticados? Adoro los cacharritos y soy un gran consumidor de los mismos, pero creo que nuestras oportunidades están en el mundo de los servicios. ¿Podremos orientar a nuestras universidades a investigar hacia ahí? ¿O es una tarea de los emprendedores? Esperemos que sepan hacerlo juntos. Casi concluido el mes de julio, transcribo aquí el artículo que he publicado al respecto este mes en la revista Dinero.



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miércoles, julio 20, 2005

Avances médicos


Decía Jardiel Poncela que para aguantar a un médico hay que tener mucha salud y él era muy poca cosa... Hay un ejemplo ilustrativo en el informe de la OMS sobre antibióticos ;-)

Dice así:

The History of Medicine
2000 B.C. – Here, eat this root
1000 A.D. – That root is heathen. Here, say this prayer.
1850 A.D. – That prayer is superstition. Here, drink this potion.
1920 A.D. – That potion is snake oil. Here, swallow this pill.
1945 A.D. – That pill is ineffective. Here, take this penicillin.
1955 A.D. – Oops....bugs mutated. Here, take this tetracycline.
1960-1999 – 39 more "oops"...Here, take this more powerful antibiotic.
2000 A.D. – The bugs have won! Here, eat this root.

Así que nos quedan otros 4.000 años hasta volver a una medicina efectiva, jeje

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lunes, julio 18, 2005

Globalización y empleo

Yo sigo dando la lata con la globalización. Fundamentalmente porque creo que es positiva para sacar de la miseria a los que se mueren de hambre. Sí, es posible pensar que no podemos tolerar un mundo con tanta pobreza y pensar que se puede luchar contra ella desde el sistema.
Veo un comentario muy interesante de Juan Freire sobre cómo los antiglobalización también se globalizan... Si es que es un fenómeno imparable. El pensamiento tiende a uniformizarse en ideas muy muy simples. Es entropía cultural ;-)
Precisamente uno de los mantras repetidos hasta la saciedad es el problema de la deslocalización. Es cierto que la deslocalización de la producción mediante la Inversión Directa en el Exterior (IDE) produce una pérdida inmediata de empleos en los países desarrollados en los que se origina el proceso. Existe además el riesgo de que estos trabajadores en paro, que probablemente ya eran de los que menores salarios tenían, incrementen la oferta de mano de obra bajando aún más los sueldos de otros trabajadores. Sin embargo el problema es menor de lo que puede parecer, por distintas razones:
  • La IDE no va tanto a países pobres como a otros países ricos. En los años 90 el 80% de esta Inversión por parte de empresas norteamericanas fue a parar a otros países ricos, como Canadá, Japón y Europa Occidental. El 18% se destinó a países en desarrollo con ingresos medios, como Brasil, Méjico, Indonesia o Tailandia. Solo el 1% de la inversión se destinó a los países subdesarrollados. (The Economist, artículo para suscriptores).
  • Por otra parte, los empresarios alemanes y franceses han disfrutado durante varias décadas ya de la posibilidad de deslocalizar sus producciones dentro de la Unión Europea a países con sueldos más bajos como España. Aunque efectivamente algunas industrias se han trasladado, ambos países conservan una industria competitiva en muchos sectores. La estrategia de mera reducción de costes no es la mejor a largo plazo, pues entra en una carrera con un fondo definido y en la que ninguno de los participantes tiene garantizada la supervivencia.
  • Vivimos en una economía en la que el peso principal de la generación de empleo y riqueza recae sobre el sector servicios. Si a la industria le quitamos la construcción, que puede contratar a trabajadores extranjeros pero los tiene que localizar aquí, nos queda un grupo amenazado que es poco mayor del 20% de la fuerza laboral. No hay que ignorarlo, desde luego, pero ya no es toda la economía la que se ve amenazada...
  • Finalmente hay que considerar los efectos positivos de la deslocalización (aparte del beneficio para los consumidores, ricos y pobres, producidos por la disminución de precios). Se ha comprobado que las exportaciones de las multinacionales hacia sus filiales extranjeras (maquinaria de producción, servicios) supera a sus importaciones. Por lo tanto, aunque efectivamente se produce una pérdida de empleos en las áreas menos competitivas, por el contrario se genera empleo en aquellos sectores más especializadas de los países ricos.

En resúmen, no hay que tener miedo a que los parias de la tierra vengan a quitarnos nuestros empleos... Más bien deberíamos pensar en cómo proporcionarles empleo a ellos.



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jueves, julio 14, 2005

Más usos para los móviles

Leo en Abundando que Vodafone propone un método para incorporar las llamadas de emergencia a las agendas de los móviles. Parece que están bastante interesados en las aplicaciones de teleasistencia, telemedicina... ¿telebienestar se podría decir? Yo sugiero una simple programación en la tarjeta SIM que sea universal y acordada entre las compañías, para acceder mediante el menú a datos de contacto en caso de emergencia, datos médicos útiles... Tenemos encima muchos medios de llevar información, solo hay que echarle imaginación para aprovecharla.

martes, julio 12, 2005

Globalización y pobreza


Globalización es probablemente el término más utilizado en los últimos años cuando se habla de economía, política y sociedad. La búsqueda de esta palabra en Google devuelve aproximadamente 1.210.000 páginas en español, y 23.450.000 en sus dos versiones inglesas (globalization y globalisation). Después del desmantelamiento del bloque económico soviético y con China intentando abrazar el sistema económico de mercado, la batalla política entre izquierda y derecha en Occidente ha encontrado en este fenómeno un interesante argumento de disputa. ¿Será en el fondo la misma vieja discusión, entre economía no regulada y economía planificada, pero esta vez en un entorno mundial en lugar de nacional? Yo pienso que sí, y creo que los manifestantes contra el G-8 en Gleneagles pensaban lo mismo (aunque salvo en eso y en el rechazo a la miseria no creo que coincidamos en muchos más)



Muchas de las críticas hacia la globalización vienen derivadas de su incapacidad para generar un mundo más justo e igualitario. Es común leer opiniones sobre el agravamiento del subdesarrollo en el Tercer Mundo a raíz de este nuevo orden económico. Sin embargo, los datos al respecto no son esclarecedores. El primer problema es metodológico. ¿Cómo se debe medir la desigualdad? ¿Hay que ver si se incrementa la brecha entre la riqueza de los países? ¿Se debe medir a toda la población mundial independientemente de en qué país vivan? Desde el punto de vista ético considero que se debe utilizar la segunda medida. No son los países sino las personas quienes importan. Un informe de “The Economist” trata esta cuestión. En él se aprecia cómo los países menos desarrollados son los que menos crecimiento per capita presentan. (gráfico 1). Sin embargo, si cada país se representa con el tamaño del mismo (gráfico 2), se aprecia cómo China y la India, países con poblaciones muy grandes, han sido capaces de crecer más desde 1980 a 2000. Esto quiere decir que en el total de la población mundial, los más pobres han sido capaces de crecer más aprovechando el nuevo entorno económico. Un mayor crecimiento de los países no deriva directamente en el beneficio de los más pobres, pero el hecho de que dos de los países que más han luchado por la integración en la economía mundial hayan obtenido estos resultados nos hace plantearnos que no es tan evidente la relación entre globalización y aumento de la pobreza. Probablemente sean los países africanos que se encuentran fuera de todo circuito comercial internacional los que estén resbalando cada vez más por la pendiente hacia la miseria.


martes, julio 05, 2005

I+D: La vaca sagrada

I+D, o su última versión, I+D+I, parece que son los acrónimos estrella en los últimos tiempos. Mencionarlos es una manera fina y elegante de salir con elegancia de una conversación sobre coyuntura económica. ¿Que hay problemas de deslocalización, competencia, modelo de crecimiento... ? Pues se saca a pasear la investigación, y todo resuelto.

Nadie duda de la necesidad de la innovación para generar crecimiento económico a largo plazo. Pero quedarnos en ese primer nivel de análisis no aporta nada útil. Es necesario ver dónde se innova. Corremos el riesgo de dedicar un importante presupuesto público a las universidades para fomentar la investigación, pero... ¿hacia qué sectores? Con frecuencia olvidamos que somos un país moderno en el que más del 60% de la riqueza se genera por los servicios. Ahí es donde tenemos que centrar los esfuerzos de mejora. En Estados Unidos el sector de servicios intensivos en tecnología ha aumentado su productividad un 5,3% entre 1995 y 2002, contribuyendo sobremanera a la mejora de la productividad del país. Está pendiente por otra parte la liberalización de los servicios en Europa. Banca, seguros, sanidad, comercialización turística... La capacidad para competir experimentará un nuevo aumento. Ahí es donde tenemos que tener especial cuidado para no perder la competitividad alcanzada. Si lo hacemos bien en esos sectores, nuestra economía seguirá creciendo y los servicios seguirán ganando peso en nuestra renta, hasta equipararnos con los países más desarrollados.